Top Nav Breadcrumb - Spanish0

Encuentro entre iguales: análisis en profundidad de la agencia del alumno en las clases de Educación Personal, Social y Emocional

Mariel Reid, docente del Programa de los Años Intermedios (PAI), reflexiona sobre su experiencia trabajando con los alumnos en el desarrollo de un nuevo currículo para las clases de Educación Personal, Social y Emocional.

En el aula a veces hay días de locos en los que toda la excelente teoría y las buenas prácticas que aprendí durante mis estudios de posgrado se van por la borda. Tal vez lo anterior sea una exageración, pero, como educadores, creo que todos nos hemos visto en esa situación, especialmente estos últimos años, que han sido,  cuando menos, difíciles. Sin embargo, hay un concepto que tengo siempre en la mente, sobre todo en un día complicado, y a menudo es lo que convierte la frustración en alegría: el encuentro entre iguales.

El prestigioso psicólogo estadounidense Carl Rogers definió “el encuentro entre iguales” como “algo inmediato, igualitario, un encuentro entre dos personas en igualdad de condiciones” (Woods, 2014). Me inspiró mucho la entrevista de Rogers con la Universidad de Saybrook (disponible solo en inglés), donde trata este y otros conceptos que aplicó a la educación (Rogers, 2001).  Me impactó lo pertinentes que eran esas ideas para mi propia enseñanza y para el desarrollo de los alumnos.

En mi cargo anterior como docente de apoyo del PAI y del Programa de la Escuela Primaria (PEP), siempre preguntaba a mis alumnos “¿Qué es lo que necesitan?” o “¿Cuál es su objetivo de aprendizaje ahora mismo?”.  Siempre eran capaces de hablar de sus necesidades, de sus modos personales de aprendizaje y de lo que era más importante para ellos.

Por eso, cuando un grupo de alumnos de nuestro club de la Global Issues Network (red de cuestiones globales) me comunicó que les parecía extraño que nuestro colegio no tuviera un currículo de educación sexual, y cómo ello dificultaba su comprensión de cuestiones globales importantes, mi respuesta natural fue animarlos a desarrollar el currículo que les gustaría tener. Y de esa forma comenzó nuestro viaje, juntos, en igualdad de condiciones.

Allí estaba yo, con conocimientos profundos para desarrollar un currículo y planificar una clase, en medio de una unidad de Desarrollo Personal y Social, Salud y Bienestar de mi máster, y allí estaban los alumnos, con ideas claras sobre cómo aprenden mejor, qué necesitan saber y qué creen que es apropiado para cada edad.

El PAI está concebido para impulsar las opiniones y elecciones de los alumnos, pero normalmente son los colegios y los docentes quienes establecen el currículo. Mis alumnos emplearon un currículo de Protección Infantil que yo estaba desarrollando en ese momento como parte de una tarea para mi máster. Después, comenzaron una indagación de forma autónoma, utilizando sus habilidades de los enfoques del aprendizaje para investigar otros programas de Educación Personal, Social y Emocional. Al mismo tiempo, entrevistaron y encuestaron a sus compañeros del PAI.

Fue una experiencia épica que dio lugar a un currículo exhaustivo, completamente diseñado y desarrollado por los propios alumnos, con actividades, recursos y resultados del aprendizaje. El equipo directivo aprobó el currículo, lo cual nos entusiasmó, y en 2020 se inició su implementación.

Entonces tuvimos que enfrentarnos a la realidad.  ¿Cómo lo implementaríamos en nuestras clases semanales de Educación Personal, Social y Emocional? Esta asignatura ya afrontaba muchos obstáculos, como, por ejemplo:

  • Profesores voluntarios con poco tiempo para la planificación, y escasa o nula capacitación formal en Educación Personal, Social y Emocional
  • Uso de la Educación Personal, Social y Emocional para otras actividades, como asambleas escolares (Gabhainn, O’Higgins, et al, 2010)
  • La idea de que un curso no evaluado como Educación Personal, Social y Emocional es de alguna manera menos importante que otras asignaturas (Crow, 2008)

El PAI cubre la crucial transición de la adolescencia temprana a la adolescencia tardía. Un currículo eficaz de Educación Personal, Social y Emocional para adolescentes consigue mejorar sus habilidades sociales, emocionales y afectivas y les ayuda a comprender mejor y desarrollar sus propias identidades y agencia personal.  Sin embargo, los currículos de Educación Personal, Social y Emocional no suelen ser lo que los jóvenes creen que es pertinente para su edad y su experiencia (Pound, Langford, et. al, 2016). Si bien esta cuestión de la pertinencia mejoró al utilizar un currículo diseñado por los alumnos, imponer un currículo a otros alumnos que no habían participado en su desarrollo no deja espacio para fomentar de forma natural la agencia y la elección de los alumnos.

De ahí que, cuando llegó el momento de realizar mi tesina de máster, decidí investigar cómo un currículo definido puede apoyar a los profesores voluntarios y los enfoques interdisciplinarios de la Educación Personal, Social y Emocional y, al mismo tiempo, ofrecer a los alumnos oportunidades de verdadera agencia y participación; en otras palabras, un currículo que siga fomentando el encuentro con los alumnos como iguales.

Como parte de mi investigación, realicé una serie de encuestas y grupos de discusión en el colegio. Dos hallazgos clave me llamaron mucho la atención:

  1. El 75 % de los encuestados indicó que Educación Personal, Social y Emocional era igual (50 %) o más importante (25 %) que otras asignaturas académicas.
  2. El 50 % de los alumnos creía que los docentes de Educación Personal, Social y Emocional deberían utilizar una combinación de temas decididos por los alumnos y un currículo definido, mientras que el 50 % restante pensaba que deberían decidir los alumnos (Reid, 2021). Ningún alumno encuestado consideró que solo debería utilizarse un currículo definido.

Los datos demostraron que Educación Personal, Social y Emocional es muy importante para nuestros alumnos y que ellos quieren ser colaboradores activos en su educación. Los estudios de investigación respaldan esta idea, ya que la participación activa de los alumnos en su propio aprendizaje de Educación Personal, Social y Emocional permite mejorar los resultados académicos y de bienestar personal (Loschert, 2019). Junto a los alumnos, desarrollamos un plan de acción con las siguientes soluciones:

  • La consideración de las opiniones de los alumnos a través de actividades tales como introducir un buzón de preguntas (un buzón real o virtual donde los alumnos pueden plantear o escribir preguntas de forma anónima)
  • Capacitación docente y tiempo de planificación adicionales
  • Un ciclo anual de revisión del currículo
  • Un espacio continuo para la indagación personal

Nuestro currículo de Educación Personal, Social y Emocional sigue siendo un trabajo en proceso continuo, pero nuestros puntos de acción nos permiten fomentar constantemente la agencia de los alumnos en la planificación e implementación del currículo y, al mismo tiempo, superar los obstáculos cotidianos, como la falta de tiempo para la planificación.

Esta experiencia me enseñó muchas cosas, pero principalmente reafirmó la conclusión de mi tesina: si bien es cierto que la investigación y los indicadores son excelentes, la mejor forma de comprender lo que necesitan los jóvenes es preguntarles directamente.

De modo que, cuando el proyector deja de funcionar justo antes de una clase con 10 videos de un minuto y me siento frustrada, miro a mi alrededor en el aula llena de alumnos del PAI, y veo a personas que me acompañan en este viaje y les digo: “¡Ayuda! Este era mi plan, este era el objetivo, ¿qué hacemos ahora?” Ellos sonríen, se ríen y me ayudan. Me dicen que tienen que repasar los conceptos de la clase anterior que no les quedaron claros. Se ofrecen a crear un juego de aprendizaje mediante Kahoot mientras yo transfiero los videos a Google Classroom e intento, en vano, arreglar el proyector. Nos encontramos a mitad del camino. Me orientan cuando yo no puedo orientarlos. Juntos, continuamos nuestro viaje de aprendizaje, codo con codo, como iguales.

Mariel Reid

Mariel Reid es profesora de Individuos y Sociedades del PAI en el International School of Bologna. En su trabajo docente con Aprendizaje-servicio y como supervisora del club de la Global Issues Network, Mariel ha desarrollado una gran pasión por la agencia de los alumnos y el aprendizaje social y emocional. Recientemente ha terminado su tesina de máster sobre estos aspectos de la educación en la Universidad de Aberdeen.  La colaboración con alumnos en este proyecto le ha permitido mantener la conexión con sus alumnos y hablar de temas importantes para su crecimiento emocional, incluso de manera remota a causa de la pandemia, por todo lo cual se siente muy agradecida.

https://all4ed.org/wp-content/uploads/2019/09/05-SAL-What-Educators-Need-to-Know-About-Adolescent-Development_FINAL.pdf 

Crow, F., (2008). Learning for well‐being: personal, social and health education and a changing curriculum. Pastoral Care in Education, 26(1), pp.43-51. 

Gabhainn, S.N., O’Higgins, S. and Barry, M., (2010). The implementation of social, personal and health education in Irish schools. Health Education, 110(6), pp.452- 470.

Pound, P., Langford, R. and Campbell, R., (2016). What do young people think about their school-based sex and relationship education? A qualitative synthesis of young people’s views and experiences. BMJ Open, 6(9), pp.e011329-2016-011329. 

 Rogers, C., (2001). The interpersonal relationship in the facilitation of learning. Supporting lifelong learning, 1, p.25. 

 Saybrook University, (2012). Carl Rogers: The Conversation | Saybrook University. Available at: <https://www.youtube.com/watch?v=vNZPVTswrhs>. 

Woods, I., (2014). Carl Rogers, Martin Buber, and Relationship. Éisteach, [online] 14(2), p.16. Available at: <https://iacp.ie/files/UserFiles/IJCP-Articles/2014/Carl-Rogers-Martin-Buber-and-Relationship-by-Ian-Woods.pdf>.