La cuestión de cómo apoyar a los alumnos y alumnas a lo largo de su educación y, a la vez, darles una educación integral y las habilidades necesarias para prosperar y marcar la diferencia es un reto al que se enfrenta el personal educativo de todo el mundo.
El IB ya está trabajando para hacer frente a este reto con la publicación de un marco de fundamentos sobre el bienestar en la educación durante la infancia y la adolescencia y la creación de una serie de videos para ayudar a los equipos docentes y de dirección a poner en práctica estrategias y planes de acción que promuevan el bienestar en sus colegios. Con la adopción de dichas estrategias y planes de acción, los colegios pueden centrarse en cultivar los diversos talentos y fortalezas de sus estudiantes, al tiempo que apoyan el desarrollo de su resiliencia, lo que les ayudará a lidiar con el estrés y a superar la adversidad. El bienestar también es un tema clave para la revisión de los programas del IB destinados a estudiantes de entre 16 y 19 años, y se basa directamente en las opiniones de varios exalumnos/as.
Cuando nos enteramos de que una graduada del IB había escrito directamente al director general sobre el bienestar y la salud mental en la educación, quisimos saber más sobre lo que la impulsó a hablar de estos temas.
Yasmeen Awad se graduó en el International School of Geneva en 2021. Tras su graduación, hizo un estudio orientado a averiguar si los/as estudiantes de todo el mundo tenían dificultades para conciliar el bienestar y la salud mental con sus estudios, y qué les gustaría que cambie para solventar este creciente problema.
Yasmeen recibió respuestas de 188 estudiantes de 17 países. Algunos de los exalumnos y exalumnas que respondieron se graduaron a finales de la década de 1990, pero el 75 % de las respuestas provinieron de personas graduadas entre 2016 y 2021.
Los hallazgos de Yasmeen la impulsaron a ponerse en contacto con el director general del IB, Olli-Pekka Heinonen, quien se mostró muy interesado en hablar con ella de los resultados. Tras su reunión, el director general la invitó a ponerse en contacto con el equipo directivo que actualmente trabaja en la revisión de los programas del IB para estudiantes de entre 16 y 19 años.
¿Puede hablarnos de su experiencia personal en el IB?
Me gradué en 2021 y, como ya se debe imaginar, la COVID-19 tuvo un enorme impacto en mis estudios, especialmente en la parte final del segundo año. Las clases en línea no eran lo mismo y, a pesar de ser una alumna preparada y con una actitud de aprendizaje independiente, fue difícil cubrir el programa de estudios y los plazos tuvieron que posponerse. Me resultó difícil y me di cuenta de que la mayoría de mis compañeros también tenían dificultades. Fue mucha carga para el alumnado, ya que además del estrés habitual de estudiar, tenemos que añadir las dificultades y la incertidumbre de vivir una pandemia, no saber si los exámenes se iban a realizar y no poder continuar con actividades extracurriculares importantes como el deporte.
¿Qué le impulsó a llevar a cabo esta investigación?
Antes de empezar en el IB, tuve que sobrellevar mis propios problemas de salud mental, pero fue durante la pandemia cuando mi salud mental pasó por el peor momento. Mientras estudiaba para obtener el diploma del IB, me sentía estresada, agotada y abrumada. Di prioridad al trabajo, en detrimento de mi salud mental y bienestar. Al experimentar esto por mí misma y darme cuenta de que mis compañeros/as estaban viviendo problemas parecidos, quise compartir con el IB estas experiencias del alumnado para tratar de encontrar soluciones y lograr así un mejor equilibrio entre el trabajo escolar y el bienestar. Espero, por el bien de los futuros alumnos y alumnas, que los colegios y el IB se esfuercen por promover y lograr este equilibrio en un programa tan exigente pero, sin duda, tan valioso.
Tras mi graduación, hablé con una profesora que me apoyó mucho en mis estudios y que me animó a diseñar esta encuesta. Ambas habíamos observado que los problemas de salud mental parecían haber alcanzado su punto más álgido entre la juventud y que la pandemia no había hecho más que empeorar las cosas.
Háblenos de sus hallazgos
Difundí la encuesta a través de mis redes sociales y pedí a mis amigos y amigas que habían asistido a colegios en otros países que la compartieran. También enviamos la encuesta a la red de exalumnos de nuestro colegio y mis docentes la compartieron con sus redes de contactos. Aunque la mayoría de las personas encuestadas eran suizas, conseguí obtener respuestas de 188 estudiantes de 17 países.
Al tratar de analizar si había alguna diferencia de bienestar y estrés entre los alumnos y alumnas que se organizan y gestionan bien su tiempo y los que no, descubrí que, independientemente de estos factores, más del 65 % del alumnado de ambas categorías se sentía estresado y abrumado por la carga de trabajo durante sus estudios.
Creo que uno de los hallazgos más preocupantes del estudio fue que alrededor del 85 % de las personas que respondieron sentían ansiedad y estrés y el 70 % sufrían de insomnio. El estrés y la falta de sueño pueden afectar a nuestra salud física y mental, así como a nuestro rendimiento académico. El 52 % del alumnado también habló de la falta de actividad física y de actividades sociales y extracurriculares durante sus estudios, las cuales permiten aliviar el estrés.
¿Cómo recibió el IB la investigación?
Todas las reuniones que tuve con el personal del IB me sorprendieron gratamente. Presenté mis conclusiones al director general, quien se mostró muy preocupado por estos crecientes problemas de salud mental entre el alumnado y deseoso de encontrar soluciones. Asimismo, mencionó mi investigación en un reciente artículo sobre liderazgo de pensamiento. También hice una presentación ante el equipo directivo de revisión del PD, el cual destacó que era muy revelador e importante escuchar directamente al alumnado y subrayó la urgencia de los cambios que el IB necesita hacer. A las personas con las que he hablado les motiva saber que el IB les está escuchando, aunque entienden que hay límites respecto a las cosas que se pueden cambiar en los programas. Este es un gran primer paso en el reconocimiento del estrés que enfrenta el alumnado hoy día. Además, es alentador saber que el IB está teniendo en cuenta el bienestar en el desarrollo de sus programas educativos.
Yasmeen Awad se graduó en el International School of Geneva en 2021 y actualmente estudia Sociología y Sostenibilidad en la Universidad de Exeter (Reino Unido). Siempre ha querido dedicarse al trabajo humanitario y de justicia social y este verano consiguió unas prácticas profesionales en el Comité Internacional de la Cruz Roja en Ginebra. En el futuro, también espera explorar más su interés por el desarrollo sostenible y la justicia climática. Yasmeen es de origen palestino y libanés, pero creció en Ginebra.