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Fomentar una comunidad de aprendizaje inclusiva en cuestiones de género

Michelle Guarino, coordinadora del PEP del Albert Einstein Academy Charter Elementary School (Estados Unidos)

En este artículo, encontrará prácticas fáciles de incorporar para garantizar que todo el alumnado, incluidas las personas que se identifiquen con la comunidad de lesbianas, gais, personas transgénero y bisexuales (LGTB), sienta que el colegio le brinda seguridad y apoyo.

“Cuando alguien con la autoridad de un docente, por ejemplo, describe el mundo y quien lo escucha no forma parte de ese mundo, se produce un momento de desequilibrio psíquico, como si esa persona se mirara al espejo y no viera nada”. – Adrienne Rich

La primera vez que leí esa cita durante mi programa de acreditación en los años noventa, sentí que me representaba profundamente, pero de una manera acotada, desde mi propia perspectiva como “persona de color”. Nunca se me ocurrió ver la cita desde el punto de vista de un género no conforme. Los tiempos han cambiado.

La declaración de principios del IB destaca la filosofía que adoptamos como educadores del IB:

El Bachillerato Internacional tiene como meta formar jóvenes solidarios, informados y ávidos de conocimiento, capaces de contribuir a crear un mundo mejor y más pacífico, en el marco del entendimiento mutuo y el respeto intercultural. […] Estos programas alientan a alumnos del mundo entero a adoptar una actitud activa de aprendizaje durante toda su vida, a ser compasivos y a entender que otras personas, con sus diferencias, también pueden estar en lo cierto.

La solidaridad, el respeto, el entendimiento y las diferencias son en todos los casos ideas que los Colegios del Mundo del IB fomentan y celebran junto con las actitudes del PEP: la empatía, la apreciación y la tolerancia. Sin embargo, somos muchas las personas que estamos en distintas etapas de comprensión al plantearnos esas ideas desde el punto de vista de la neutralidad de género. Eso puede deberse en gran parte al hecho de que la creación de una cultura inclusiva en las instalaciones escolares se ha centrado muchas veces en la diversidad cultural, y no en la identidad de género. Para crear un entorno de aprendizaje inclusivo para todo el alumnado, necesitamos adoptar prácticas que reafirmen la identidad única de cada persona, incluidas las identidades de quienes pertenecen a la comunidad LGTB.

El lenguaje que utilizamos con los alumnos es un punto de partida importante para practicar la mentalidad abierta y apoyar la neutralidad de género. No es difícil reemplazar el lenguaje binario por un lenguaje más neutro. Por ejemplo, en lugar de decir “alumnos y alumnas” al dirigirse a un grupo de alumnos, los profesores pueden decir “clase” o “grupo”. Otra opción es dar un nombre a la clase: mi aula era la número 12, así que decidimos llamarnos “equipo 12”. Asimismo, los términos específicos a un género se pueden reemplazar por otros neutrales, siempre que sea posible (p. ej., “el encargado” puede ser “la persona encargada”). En lugar de decir “él” o “ella”, podemos decir “esta persona”. Si bien estos cambios pueden parecer insignificantes para algunos, estas elecciones del lenguaje ayudan a reducir la incomodidad que pueden sufrir las personas con disforia de género al recibir constantemente mensajes con términos de un género en específico.

Podemos dar pasos deliberados para negar los estereotipos de género tanto dentro como fuera del aula. Los docentes deben incorporar una bibliografía rica con ejemplos de mujeres y hombres con roles de género no conformes (p. ej., con científicas o bailarines). Esos tipos de recursos no solo son importantes para el alumnado de la comunidad LGTB, sino para ayudar a todos los alumnos a entender que pueden desarrollar todo su potencial, en lugar de sentirse limitados por estereotipos de género. A su vez, al asignar papeles para obras de teatro o solicitar ayuda con las tareas en el aula, los docentes no deben sentirse limitados por la expectativa de tareas “de niños” o “de niñas”. Un niño puede interpretar un papel tradicionalmente femenino en una obra de teatro, y las niñas pueden ayudar a mover mesas y levantar objetos pesados. En el patio, todo el mundo, sin importar su género, debe poder hacer la actividad que elija, tanto si es saltar a la cuerda como jugar al fútbol (Human Rights Campaign, 2015).

Aunque es crucial destruir los estereotipos, también debemos plantearnos cómo se forman grupos en clase. En lugar de hacer filas de niños o niñas o que trabajen en grupos distintos según el género, los docentes deberían plantearse otras formas de agrupar al alumnado. Los alumnos pueden ponerse en filas por número, dividirse en grupos de números pares e impares e ir de excursión en grupos mixtos en lo que respecta al género (Human Rights Campaign, 2015).

Las prácticas mencionadas ayudan a fomentar un entorno más neutro desde el punto de vista del género (y, por lo tanto, más inclusivo) para el alumnado de la comunidad LGTB, pero habrá momentos en los que se hagan comentarios que refuercen los estereotipos de género. “¿Por qué Randy tiene el pelo largo? El pelo largo es de niñas”. Cuando se hagan comentarios de ese tipo, se habrá creado una oportunidad de aprendizaje. Como se recomienda en el artículo en línea “Esté preparado para preguntas e insultos sobre el género”, los docentes pueden responder con afirmaciones o preguntas que rechacen los estereotipos de género. Por ejemplo, “los niños pueden tener el pelo largo, igual que las niñas pueden tener el pelo corto”.

La comprensión por parte de los docentes de prácticas inclusivas en lo que respecta al género actúa en combinación con la política contra el acoso escolar de un colegio para crear un entorno de aprendizaje en el que todo el alumnado se sienta seguro y bien recibido. Según la guía Schools in Transition, “los mensajes inclusivos en lo que respecta al género fomentan una mayor aceptación de la diversidad y disuaden a los niños y niñas de juzgar a las personas basándose en factores como la raza, la clase social, la sexualidad, el género, la estructura de su familia, la etnia y la religión”. Cuando, en el alumnado, cada persona se siente valorada tal y como es, se obtienen buenos resultados en los planos socioemocional y académico.

Fuentes:

http://www.hrc.org/resources/schools-in-transition-a-guide-for-supporting-transgender-students-in-k-12-s
https://bctf.ca/uploadedFiles/Public/SocialJustice/Issues/LGBTQ/GenderNeutral.pdf
https://www.welcomingschools.org/resources/school-tips/transgender-youth-what/trans-how/este-preparado-para-preguntas-e-insultos-sobre-el-genero/
https://www.welcomingschools.org/resources/lesson-plans/transgender-youth/transgender-with-books/


Michelle Guarino trabaja como educadora del PEP desde hace nueve años y en la actualidad es coordinadora del PEP en un colegio de inmersión en alemán. También dio clase en Taiwán. A Michelle le apasiona crear entornos de aprendizaje en los que todo el alumnado pueda prosperar. 

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