La determinación, la pasión, la mentalidad de crecimiento, el pensamiento crítico, la innovación y la acción son, sin duda, factores clave para el emprendimiento sostenible y un mundo mejor. Sin embargo, ¿cómo se desarrollan estos factores en los colegios a lo largo de todo el continuo de programas del IB, dando al alumnado la oportunidad de aplicarlos dentro y fuera de su comunidad de aprendizaje?
Práctica de reflexión
En el Sekolah Ciputra, el colegio que ofrece el continuo de programas del IB en Surabaya (Indonesia), iniciamos nuestra reflexión analizando el impacto que habían tenido las acciones del alumnado, qué le inspiró y le llevó a pasar a la acción, además de qué le impidió adoptar una postura y actuar. Los resultados de nuestra investigación interna revelaron lo siguiente:
- Falta de aplicación de habilidades: el alumnado tuvo ideas creativas e innovadoras, pero no las llevó a cabo.
- Enfoque del emprendimiento para obtener ganancias.
- Subestimación de los talentos personales: pensar que actuar a través del deporte o las artes, por ejemplo, no era tan eficaz como hacerlo de un modo más “serio y respetable”, como usando presentaciones formales.
La primera conexión que hicimos fue ver de qué manera los enfoques del aprendizaje del IB están relacionados con el emprendimiento sostenible, no cualquier tipo de emprendimiento, sino el sostenible, que va más allá de los negocios ecológicos y obtener ganancias. Conlleva encontrar soluciones innovadoras para lograr el desarrollo económico, social y ambiental. Además, comprendimos que el emprendimiento sostenible no solo es una mentalidad, sino también un conjunto de habilidades. No implica solamente darse cuenta de que innovar y crear algo para la comunidad debería ir más allá de uno/a mismo, sino que también requiere comunicación eficaz, pensamiento crítico y creativo, colaboración, investigación con integridad y habilidades de autogestión bien desarrolladas.
Como siguiente paso, sentimos la necesidad de facultar al profesorado para enseñar explícitamente las habilidades de los enfoques del aprendizaje, por lo que las incorporamos a lo largo del continuo de programas del IB. De ese modo, el profesorado sabía exactamente qué habilidades se abordaban cada año, y ya empezamos a percatarnos de cambios en la enseñanza y el aprendizaje, así como en la confianza del alumnado para pasar a la acción. Al mismo tiempo, nuestra mentalidad empezó a cambiar hacia la sostenibilidad al incluir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en nuestro currículo. Sin embargo, a medida que reflexionamos sobre nuestra práctica docente, surgieron preguntas:
- ¿Cuáles son los indicadores específicos de que el alumnado está desarrollando sus habilidades de comunicación, pensamiento, investigación, sociales y de autogestión en cada año?
- ¿Cómo nos aseguramos de que las habilidades y las habilidades secundarias de los enfoques del aprendizaje se enseñen según su etapa de desarrollo?
- ¿Cómo nos aseguramos de que tanto el alumnado como la comunidad entienden en qué consiste cada habilidad y habilidad secundaria de los enfoques del aprendizaje?
¿Qué hemos aprendido?
Los indicadores de “lo que puedo hacer” para enseñar habilidades y habilidades secundarias de los enfoques del aprendizaje han demostrado ser más significativos y comprensibles para nuestro alumnado. Además, sirven como indicadores específicos basados en las etapas del desarrollo infantil, y son compartidos y comprendidos por toda la comunidad, tal y como se presenta en el ejemplo siguiente. El beneficio adicional es que encajan bien con los atributos del perfil de la comunidad de aprendizaje que nos esforzamos por desarrollar.
Invertir en la enseñanza explícita de las habilidades de los enfoques del aprendizaje mediante la demostración, apoyando la comprensión del alumnado y su proceso de pensamiento, así como ofreciendo oportunidades para la aplicación en la vida real a lo largo del continuo de programas del IB, está empezando a dar sus frutos. Hemos observado un emprendimiento más específico y sostenible en nuestra comunidad, y eso es motivo de gran orgullo y nos aportó más ideas sobre las que reflexionar, lo que dio lugar a la creación del siguiente modelo:
Por último, había un compromiso sólido para promover y alentar las habilidades y los intereses de nuestro alumnado, algo que se puso de manifiesto mediante sus acciones.
Reflexiones finales
Esperar que el alumnado actúe sin dotarle de una mentalidad de emprendimiento sostenible y un conjunto de habilidades, mientras solo se hace hincapié en el desempeño, no hace que el mundo sea un lugar mejor.
Por el contrario, valorar los esfuerzos y destacar los puntos fuertes, enseñar explícitamente y modelar las habilidades de los enfoques del aprendizaje del IB claramente para que todo el mundo las entienda, así como ofrecer oportunidades para aplicarlas en las que el alumnado pueda marcar la diferencia, ha fortalecido a nuestra comunidad y ha hecho que nuestro rincón del mundo sea un lugar más sostenible.
Este proceso ha sido un esfuerzo para todo el colegio, un esfuerzo que empezó hace cinco años y que aún nos inspira para seguir aprendiendo, desaprendiendo y creciendo.
Bianca Starck es una educadora apasionada que forma parte de la Red de educadores del IB (IBEN) desde 2015, ejerciendo como responsable de taller, miembro de delegaciones visitantes y especialista en programas del IB en más de 10 países. Ha enseñado a nivel internacional durante 20 años, desde la primera infancia hasta los últimos años de primaria. Actualmente, es la coordinadora de enfoques del aprendizaje en el Sekolah Ciputra en Surabaya (Indonesia), donde colabora con el personal de coordinación de los programas para garantizar la coherencia en todo el currículo. Además, dirige la comunidad profesional de aprendizaje sobre los enfoques del aprendizaje en su colegio y, de la mano de su equipo, se esfuerza por inspirar y facultar a sus alumnos/as para que se conviertan en emprendedores/as sostenibles.
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