¿Recuerda a algún docente que le haya inspirado de verdad? En esta serie de publicaciones, varios exalumnos del IB nos cuentan qué los inspiró para convertirse en profesores del IB
Del Reino Unido a Malasia: Solenn Gueganton estudió el Programa del Diploma (PD) en el Wellington College de Inglaterra y ahora dirige el departamento de política del Marlborough College Malaysia en Johor Bahru.
“Aunque completemos el PD individualmente, rara vez lo percibiremos así porque, dada la naturaleza del IB, ayudamos al resto del grupo y, en ocasiones, acudimos a ellos en busca de ayuda. Algunos de los amigos que hice durante mi etapa en el IB siguen siendo personas muy cercanas a mí; tal vez esto no sorprenda demasiado a muchos graduados del IB, pues sabrán la fuerte conexión que se crea en el fragor de las fechas límite del programa”.
“Mis mejores recuerdos del IB son las clases en las que explorábamos a fondo un tema y desarrollábamos una base que nos permitía discutir y debatir en grupo. Era maravilloso tener la oportunidad de hablar con los compañeros sobre una diversidad de temas tan amplia”.
“Tuve la suerte de aprender de la mano de muchas personas ejemplares. Si tuviera que elegir, la profesora de la que guardo un mejor recuerdo es Raine Walker. Ya me había dado clase en el GCSE, y después fue mi profesora de la parte de literatura del curso de Griego Clásico del PD. Era maravilloso aprender de alguien que demostraba tanta pasión por su asignatura”.
“Decidí enseñar un programa del IB porque me encanta aprender. La enseñanza me ha dado la oportunidad de seguir explorando las asignaturas que estudié en la universidad. Además, creo que los componentes troncales del PD son excepcionales. Concretamente, me encanta enseñar Teoría del Conocimiento (TdC) porque proporciona a los alumnos un marco totalmente nuevo con el que analizar el conocimiento”.
“Si bien el PD es un programa exigente desde el punto de vista académico, siempre veo que el rigor y la amplitud del programa proporcionan a los alumnos la base ideal para la universidad y cualquier alternativa que decidan explorar en el futuro”.
“Adoro a mis alumnos. Cada día me dan una razón diferente para sonreír o reírme a carcajadas. Ver a los alumnos entusiasmarse con una asignatura que me encanta siempre es algo positivo de mi trabajo, y hay pocas cosas tan gratificantes como que un alumno formule una pregunta derivada de su trabajo en clase o de lecturas posteriores”.
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