Contribución de Kyra Caspary y Katrina Woodworth, publicada originalmente por SRI International en marzo de 2016
Desde su creación en 1968 con el objetivo de ofrecer a los alumnos de secundaria una titulación reconocida por las universidades de todo el mundo, el Programa del Diploma (PD) del IB ha desarrollado una excelente reputación por su rigor académico. Los alumnos que obtienen buenas calificaciones en los exámenes del IB pueden conseguir créditos universitarios. La economía federal de EE. UU. ha ido apoyando iniciativas para aumentar el acceso a programas avanzados durante los últimos años y, a su vez, el IB ha ido centrando su atención en garantizar que los alumnos de escasos recursos puedan acceder al PD. Un informe reciente de SRI Education revela que estas iniciativas han dado sus frutos, ya que el acceso al PD de los alumnos con escasos recursos ha aumentado considerablemente entre 2008 y 2014. El porcentaje de dichos alumnos en cursos del IB (aquellos que estudian uno o varios cursos en los años 11 y 12, pero no participan en el PD completo) aumentó del 18 al 26 %, y en el Programa del Diploma completo (aquellos que aspiran a obtener el diploma del IB), del 15 al 23 %.
El contexto nacional
Durante los últimos 20 años se han realizado importantes inversiones a nivel federal a fin de promover la matriculación y los buenos resultados en la universidad. Para ello, se brinda a los alumnos la posibilidad de estudiar programas rigurosos como preparación para las exigencias académicas de la universidad. Con arreglo a la ley estadounidense COMPETES de 2007, se destinaron fondos para aumentar la disponibilidad y el estudio de los cursos de Advanced Placement y del Programa del Diploma en colegios con concentraciones elevadas de alumnos con escasos recursos. Este compromiso se ha renovado recientemente con la nueva autorización de la Ley de Enseñanza Primaria y Secundaria (Every Student Succeeds Act). Estas inversiones tienen por objeto cambiar la situación actual, en la que el índice de matriculación en la universidad de alumnos con escasos recursos es inferior al del resto de alumnos a nivel nacional. En 2013, solo el 46 % de los graduados de secundaria de escasos recursos (procedentes de familias del quintil de ingresos más bajos) se matriculó en estudios de educación superior de dos o cuatro años inmediatamente después de secundaria, frente al 66 % de los otros graduados de secundaria a nivel nacional. También sabemos que los alumnos con escasos recursos que se matriculan en estudios de educación superior tienen menos probabilidades de graduarse: el 47 % de los alumnos procedentes de familias del cuartil de ingresos más bajos a nivel nacional matriculados en estudios de educación superior de cuatro años en 2003 se graduó a los seis años, frente al 77 % de los alumnos procedentes de familias del cuartil de ingresos más altos.
La respuesta del IB
En 2014, el IB puso en marcha el proyecto “Bridging the Equity Gap” (reducir la brecha de la equidad), destinado a ampliar el acceso al PD para los alumnos con escasos recursos y ayudarlos a completar el programa con éxito. Como socio de evaluación del IB en esta iniciativa, SRI Education proporciona comentarios formativos a la organización a medida que esta desarrolla y prueba un modelo que permita a los colegios públicos estadounidenses mejorar su capacidad para ayudar a los alumnos con escasos recursos a obtener buenos resultados en el IB. El primer informe publicado sobre este proyecto de tres años documenta la participación y el desempeño en el PD de los alumnos con escasos recursos de todo el país entre 2008 y 2014. Asimismo, incluye pruebas que invitan al optimismo y determina áreas de crecimiento.
Por ejemplo:
- A medida que el número de alumnos de escasos recursos que participan en el PD ha ido aumentado, su desempeño en los exámenes del PD se ha mantenido relativamente constante.
- Las diferencias en cuanto a desempeño entre los alumnos con escasos recursos del PD y sus compañeros de mayor poder adquisitivo se han mantenido durante el período de siete años, tanto en los exámenes del PD como en los índices de graduación en el programa. En 2014, por ejemplo, los alumnos con escasos recursos del PD obtuvieron, de media, medio punto menos en las evaluaciones del IB que sus compañeros de mayor poder adquisitivo, en una escala del 1 al 7.
- Las bajas puntuaciones en las evaluaciones, particularmente en Ciencias, Matemáticas, Individuos y Sociedades, y Artes, fueron la principal barrera para que los alumnos con escasos recursos finalizaran satisfactoriamente el PD.
El informe también describe los índices de permanencia y graduación en la universidad de los alumnos con escasos recursos del IB y de sus compañeros de mayor poder adquisitivo. Según revela, los alumnos con escasos recursos del PD (en especial los de la categoría Diploma) salen bien parados en la universidad al compararlos con otros alumnos de escasos recursos del país. Puesto que el IB suele atraer a alumnos excelentes que pueden tener ya decidido asistir a la universidad, la superioridad de estos índices no se puede atribuir a la participación en el IB, si bien resulta alentadora.
El estudio de SRI se utilizará en el desarrollo inicial de un nuevo modelo de consulta que el IB ofrecerá a los colegios, diseñado para aumentar la participación de los alumnos con escasos recursos en el PD y ayudarlos a obtener buenos resultados en el programa. Está basado en investigaciones y evaluaciones realizadas previamente por SRI para el IB, que incluyen otros estudios donde se analizan las tendencias de matriculación de los alumnos del PD en postsecundaria y cómo los colegios que imparten el PD promueven el acceso y el éxito de los alumnos con escasos recursos y de grupos minoritarios.