Contribución de Neil Bunting
El perfil de la comunidad de aprendizaje del IB consta de una magnífica serie de atributos. No he visto ningún otro programa escolar que emplee explícitamente de la misma manera valores humanitarios compartidos. Mis publicaciones en el blog reflejan algunas ideas e interpretaciones personales sobre los valores del perfil de la comunidad de aprendizaje del IB. Espero que mis reflexiones sirvan para fomentar un debate inspirado por la condición que nos une como seres humanos y la mentalidad internacional, que son características inherentes a los diez atributos.
A lo largo de la historia de las civilizaciones, la reflexión ha sido la base del progreso.
Como artista visual, reconozco la importancia de la reflexión. Ha desempeñado un papel de suma importancia en mis prácticas profesionales durante muchos años, en los que no solo he reflexionado sobre mi creatividad como pintor, sino sobre todos los aspectos de mi vida.
Para los artistas (y las personas creativas en general), el proceso de reflexión define la forma de avanzar y aprender de lo que se ha creado, para sintetizar y determinar lo que viene después. En el curso de Artes Visuales del Programa del Diploma (PD), enseñamos a los alumnos la importancia del autoanálisis y la reflexión. El cuaderno de trabajo de investigación sirve para analizar cada una de las obras finalizadas. Ayuda a los alumnos a decidir qué dirección van a tomar y, en última instancia, cuál va a ser su próxima creación.
Con frecuencia, un trabajo hecho con calma y frialdad puede dar lugar a una reflexión muy diferente de la que se produce en el fulgor del momento. El tiempo y la distancia permiten ver un suceso o una creación con perspectiva, y tal vez con una mayor objetividad. Los artistas pueden pasarse horas, e incluso semanas y meses, reflexionando antes de dar el siguiente paso.
En el fragor de una clase, la frialdad y la tranquilidad de la reflexión pueden quedar en un segundo plano, pero es algo que jamás debe obviarse o pasarse por alto. Se trata de un proceso fundamental que forma los cimientos del aprendizaje. La reflexión puede producirse en cualquier momento de la clase, y es muy importante dedicarle tiempo sea cual sea la forma en que se lleve a cabo: con la orientación del profesor, individualmente o en grupo, en formato escrito u oral.
La filosofía del IB pone de manifiesto la función fundamental que desempeña la reflexión en la educación. Toda buena práctica de enseñanza y aprendizaje reconoce la necesidad de crear oportunidades para que los alumnos y los educadores compartan reflexiones significativas.
La reflexión es muy importante en el deporte. Por ejemplo, los entrenadores de fútbol analizan las jugadas de manera científica. Utilizan software de rendimiento para reflexionar sobre el partido y ayudar a mejorar los resultados en el futuro por medio de un análisis detallado. El software les proporciona todo tipo de información sobre cada jugador: los movimientos en el campo, el rendimiento deportivo, la distancia recorrida y el número de pases realizados. Dedican más tiempo a analizar los datos que al propio juego.
Los equipos deportivos, las organizaciones y las empresas que tienen éxito deben, como es lógico, reservar algo de tiempo para el reconocimiento y la celebración de sus logros. Sin embargo, los mejores entrenadores y directores siempre reflexionan sobre qué se puede hacer mejor y cuál es el siguiente objetivo. Siempre buscan la manera de avanzar y evitan dormirse en los laureles. El tiempo es una máquina imparable y todas las organizaciones deben mantener el ritmo.
Sin embargo, la línea entre una reflexión fructífera y un análisis desmesurado puede ser muy delgada. Todos los grandes acontecimientos que tienen lugar en la actualidad se someten al análisis reiterado de los expertos, que utilizan reportajes y grabaciones de video convencionales desde un millón de ángulos de cámara, a los que se suma la infinidad de grabaciones capturadas por los teléfonos inteligentes de los espectadores. Todo ello puede dar lugar a un exceso de información, pero también aporta una mayor variedad de puntos de vista.
Actualmente hay un debate abierto sobre el uso de la tecnología para tomar decisiones en el ámbito del deporte. Con tantísimo dinero en juego, es inevitable apostar por ello, pero a costa de ralentizar la actividad y de, probablemente, analizar en exceso cada una de las acciones.
Lo que está claro es que el deporte nunca volverá a ser lo que era, y los entrenadores están mucho más instruidos. Por ejemplo, Arsène Wenger, apodado “el profesor” y responsable de la modernización del fútbol inglés, modificó las dietas y las actitudes, y cambió el mundo del fútbol para siempre. Es un ejemplo claro de un líder inteligente y reflexivo.
Los líderes reflexivos de cualquier ámbito de la vida pueden ser fantásticos modelos para el desarrollo de las habilidades de reflexión de los jóvenes.
El IB insiste en la importancia del aprendizaje durante toda la vida, y en la edad adulta todos continuamos creciendo y aprendiendo. El aprendizaje es una meta y una experiencia a las que todos nosotros debemos aspirar. Simplemente, la vida termina cuando no hay crecimiento.
En este sentido, el desarrollo profesional desempeña una función fundamental en cualquier institución educativa, y todos esperamos que forme parte de nuestro paquete pedagógico y nuestras condiciones de servicio. Ansiamos la oportunidad de aprender y crecer como educadores. Hay pocas cosas tan inspiradoras como la experiencia profesional de un taller pertinente y estimulante. En nuestra vida personal, todos buscamos desafíos y oportunidades para crecer. Podemos encontrarlos aprendiendo un nuevo idioma, tocando un instrumento musical, viajando o jugando con un equipo deportivo. Lo lejos que llevemos ese desafío y ese crecimiento depende de cada uno. Hay personas más ambiciosas que otras, pero todos coincidimos en que no podemos limitarnos a comer, trabajar y dormir. Hay quienes necesitan más educación, y quienes necesitan jugar más.
Un buen educador jamás debe presentarse como la fuente de todos los conocimientos. Al contrario, debe estar abierto al aprendizaje continuo, ya sea en la universidad o en el lugar de trabajo, a través de sus compañeros, sus supervisores y todos sus alumnos. Debe compartir ideas y escuchar la diversidad de opiniones que emanan de las diferentes perspectivas y experiencias.
Como miembro del equipo directivo del colegio, al seleccionar nuevos miembros para el personal, me interesa conocer sus puntos fuertes y débiles, así como sus puntos de vista y opiniones. Espero que hablen con confianza de sus logros, me cuenten ejemplos y anécdotas, y mencionen aquellos aspectos en los que pueden mejorar. Los puntos débiles no son algo que me preocupe, pues admitirlos demuestra valentía y buenas habilidades de reflexión. Me preocupa más la incapacidad para reflexionar y que un profesor no admita tener puntos débiles. El fracaso es una opción y siempre debería serlo. Si no cometemos errores, no podemos aprender.
Neil Bunting es el director de secundaria del Greenfield Community School, un colegio de Taaleem. Publicó este artículo originalmente en LinkedIn en febrero de 2015. Permanezca atento a otras publicaciones de Neil en las que explora temas comunes presentes en todos los programas del IB.