Hemos invitado a un grupo de graduados del Programa del Diploma a que reflexionen sobre cómo han sido sus vidas después de la etapa en el IB y den sus opiniones sobre los temas que prefieran. El segundo artículo de la serie nos lo envía Adrián Alemán, uno de los autores colaboradores del grupo de exalumnos de este año.
Contribución de Adrián Alemán
La medicina, el derecho, el periodismo, las ciencias naturales e incluso la informática son algunos de los grados universitarios con los que crecieron, y que conocen bastante bien, los padres de la generación milenial. Sin embargo, a medida que cobran importancia otros campos modernos como la nanotecnología, el desarrollo sustentable, la ingeniería biomédica o el marketing a través de las redes sociales, aumenta la demanda de empleados con nuevas habilidades. Como consecuencia, las universidades han respondido rápidamente con la oferta de nuevos grados, a menudo multidisciplinarios, que dan acceso a alternativas profesionales aplicadas y muy específicas que no existían hace una generación.
La ingeniería biomédica es uno de esos nuevos grados. En lugar de decantarme por un grado de ingeniería tradicional y esperar hasta realizar un posgrado para especializarme en el desarrollo de aplicaciones biomédicas, opté por una carrera en este campo al empezar la universidad. Este grado se compone de una gran cantidad de talleres prácticos y de ingeniería, que se combinan con cursos de medicina. Su objetivo es contribuir con investigaciones innovadoras a la creación de materiales y dispositivos que proporcionen soluciones tecnológicas para los problemas de salud actuales.
El objetivo principal de la educación es formar personas capaces de hacer cosas nuevas, que no se limiten a repetir lo mismo que las generaciones anteriores. Personas creativas, ingeniosas y descubridoras. – Jean Piaget
Tal vez inspirado por el Programa del Diploma (PD) y el perfil de la comunidad de aprendizaje del IB, opté por una educación multidisciplinaria que me desafiara a pensar y aprender como ingeniero, médico, paciente y empresario. Estaba entusiasmado con mi decisión de estudiar el grado de ingeniería biomédica, pero en ese momento no era consciente de que tendría que enfrentarme a varios problemas inherentes a una carrera relativamente nueva, en comparación con otras.
En primer lugar, poca gente sabe de lo que trata el grado, por lo que he tenido que explicarlo millones de veces (más concretamente a mi familia). El espectro de reacciones que observo va desde la sorpresa hasta el más absoluto escepticismo. Aunque pueda parecer un problema muy superficial, a largo plazo, puede afectar a la confianza en uno mismo. Es como si nadie reconociera o valorara como esperas el arduo trabajo que supone estudiar un grado, una tarea nada fácil teniendo en cuenta que eres joven y todavía estás tratando de definir tu identidad y tu lugar en el mundo.
Mi consejo para cualquier persona que se enfrente a este problema es que se mantenga al tanto de lo que hacen los profesionales de su campo y de cómo su trabajo influye positivamente en la vida de su comunidad local y global. La participación activa en los trabajos o investigaciones realizados en la universidad facilita la tarea de explicar a otras personas la importancia del grado que estudiamos y qué medidas específicas pretendemos tomar para abordar un problema que les pueda afectar directamente.
Otro problema con el que me he encontrado es que, pese a que la mayoría de mis profesores demuestran un buen dominio de sus asignaturas y áreas de investigación, pocos de ellos son ingenieros biomédicos, debido a que el grado es muy nuevo. Tampoco hay una gran cantidad de exalumnos que puedan contarnos su opinión general y sus experiencias acerca de la vida después de la graduación, lo que puede dar lugar a expectativas sesgadas y engañosas.
No obstante, a través de mi propia experiencia he descubierto que, aunque son pocos, esos exalumnos están siempre dispuestos a ayudar y dar consejos cuando acudimos a ellos. La tecnología y las redes de contactos son herramientas fundamentales para encontrar exalumnos. Los sitios web de redes sociales profesionales como LinkedIn ofrecen herramientas para encontrar y contactar con exalumnos de campos, universidades y empresas específicos. De esta manera, podemos ponernos en contacto con personas con trayectorias profesionales similares a la nuestra y acudir a ellas para pedirles consejo. Las redes de contactos son fundamentales y pueden presentar buenas oportunidades a largo plazo.
Por último, quisiera mencionar que las carreras nuevas están entre las que crecen a mayor velocidad y requieren una inversión de tiempo significativa para estar al día de los conocimientos y las habilidades pertinentes. Sin embargo, aunque pueda parecer un problema, uno de los aspectos más emocionantes de estudiar un grado nuevo es la posibilidad de aprender cosas de las que casi nadie ha oído hablar y de adaptar fácilmente la experiencia educativa a los propios intereses. Si alguien tiene un verdadero interés en tomar una dirección específica en el campo de estudio, los cursos MOOC gratuitos y otros cursos en línea de excelentes universidades ofrecen material del aprendizaje para explorar y adquirir nuevas habilidades únicas.
Para concluir, diría que la decisión de estudiar un grado nuevo viene acompañada de mucha incertidumbre. Pero es una incertidumbre que brinda la oportunidad de descubrir ideas nuevas e innovadoras muy importantes para solucionar los complejos problemas del mundo actual. Si hay algo que aprendí con TdC es que hay que asumir riesgos a la hora de construir conocimientos. Ahora que me he graduado y estoy buscando trabajo, me doy cuenta de que los empleadores también buscan personas con una mentalidad audaz, además de una actitud apasionada y creativa hacia el trabajo; unas habilidades que sin duda se adquieren cuando se estudia un grado nuevo.
El exalumno Adrián Alemán es un estudiante de ingeniaría mexicano con interés en buscar nuevas formas e ideas de mejorar y optimizar la planificación de la educación por medio de la tecnología. Tiene el deseo de continuar sus estudios científicos como investigador en el campo de la ingeniería biomédica, siempre desde una perspectiva creativa e internacional. Estudió el Programa del Diploma en el Centro de Enseñanza Media de la Universidad Autónoma.