Según un estudio, los jóvenes son especialmente susceptibles a las noticias falsas. Un grupo de docentes del IB ha hablado con la revista IB World sobre las técnicas que los alumnos pueden utilizar para protegerse de ellas.
Las redes sociales se están convirtiendo rápidamente en la principal fuente de noticias para muchas personas, pues ofrecen información instantánea a una generación cada vez más ocupada.
Sin embargo, tras la polémica del presunto fraude electoral en el que se ha visto envuelto el presidente de EE. UU. Donald Trump, las falsas transmisiones de Facebook Live desde el espacio y la invención de un famoso bebé gorila llamado “Harambe McHarambeface”, el mundo ha empezado a desconfiar de las noticias que aparecen en Internet y las redes sociales.
Estas historias llevaron a que Oxford Dictionaries declarara el neologismo “posverdad” como su palabra internacional de 2016. La expresión se refiere a aquellas situaciones en las cuales, a la hora de crear y modelar la opinión pública, los hechos objetivos influyen menos que los llamamientos a las emociones. Según señala Casper Grathwohl, de Oxford Dictionaries: “El término ‘posverdad’ puede convertirse en una de las palabras más características de nuestra época”.
De los 21,5 millones de historias compartidas, reacciones y comentarios sobre la política estadounidense que se registraron el año pasado en Facebook, 10,6 millones correspondían a noticias falsas (una historia inventada, exagerada o ficticia), según los datos de Buzzfeed. Y los jóvenes son especialmente ingenuos en este sentido.
Un estudio del Stanford Graduate School of Education reveló que los alumnos de secundaria estadounidenses (e incluso algunos universitarios) tienen dificultades para identificar fuentes de Internet fiables. Según esta investigación, los jóvenes asocian la fiabilidad de una fuente con “la cantidad de veces que una historia aparece en los resultados de búsqueda”.
Facebook ha contratado recientemente a varias organizaciones de verificación de hechos para que revisen cualquier artículo cuestionable. Por su parte, la BBC ha declarado su intención de “crear un equipo de verificación de hechos para desacreditar las historias falsas que circulan por Internet”. Pero, ¿qué están haciendo los Colegios del Mundo del IB para asegurarse de que sus alumnos no se dejen engañar por las noticias falsas?
Sesgos automáticos
El IB anima a los alumnos a validar sus fuentes de información y convertirse en ciudadanos digitales mediante la promoción del uso adecuado y responsable de la tecnología. Sin embargo, nuestros sesgos automáticos pueden hacernos caer en la trampa de las noticias falsas.
Por ejemplo, cuando se mencionó el movimiento “Black Lives Matter” en un seminario socrático durante una clase de Teoría del Conocimiento (TdC) del Sturgis Charter Public School de Massachusetts (EE. UU.), una alumna dijo que creía que el movimiento era producto de una conspiración mediática.
“La alumna había caído en el engaño de una noticia falsa”, señala la profesora de TdC Lynn Kelley.
“Nos creemos las noticias falsas más fácilmente cuando estas se corresponden con nuestra visión del mundo y corroboran nuestros sesgos. Los docentes y el currículo del IB promueven la mentalidad abierta y el pensamiento crítico, por lo que están en una posición privilegiada para lograr que los alumnos sean más conscientes de esta vulnerabilidad.
El perfil de la comunidad de aprendizaje del IB y la mentalidad internacional forman una base que permite a los alumnos desarrollar los conocimientos y la conciencia necesarios para desechar cualquier noticia falsa”.
El Sturgis trabaja para mejorar las habilidades de investigación de los alumnos y fomentar un saludable escepticismo en una era digital en constante crecimiento. Chris Abel, profesor de Historia del colegio y examinador del IB, pregunta a sus alumnos qué cuestiones plantearían si les dijera que hay rumores de que han hecho trampa en un examen.
Los alumnos responden que preguntarían quién lo ha dicho y por qué lo ha hecho. Estas preguntas constituyen la base del análisis de fuentes en cuanto a origen, propósito, valor y limitaciones (OPVL) en Historia.
“Los profesores dinámicos capaces de relacionar las habilidades de investigación con la vida real desempeñan una importantísima función a la hora de ayudar a los alumnos a comprender cómo se debe realizar una investigación académica”, señala Kelley.
“Abel ayuda a los alumnos a comprender los rigurosos estándares que debe cumplir un historiador para obtener un doctorado, además del proceso de revisión por pares que precede a la publicación en un medio académico. La comprensión del proceso a través del cual se produce y se verifica el conocimiento también es un componente fundamental de TdC. Christine McDowell, otra profesora de TdC, a menudo escribe comentarios del tipo ‘¿cómo lo sabe?’ o ‘¿es esto una suposición?’ en los ensayos de los alumnos”.
John Hellner, exprofesor de TdC del Overseas Family School de Singapur, recomienda a los profesores incorporar una o dos sesiones de discusión de entre 20 y 25 minutos en el programa de enseñanza semanal.
“Esta actividad no debe ser un añadido de los resultados principales del curso, sino que debe utilizarse como medio para lograr dichos resultados”. Mediante la elección de una situación de la vida real, una noticia o un episodio televisivo de actualidad, los profesores pueden examinar el papel de la razón, la emoción, las pruebas y los sesgos, entre otros factores, en las decisiones que tomamos acerca de las afirmaciones que escuchamos cada día.
“Como alternativa, o además de lo anterior, los profesores especialistas pueden aprovechar oportunidades para analizar de forma crítica las noticias de actualidad relativas a sus áreas disciplinarias (por ejemplo, durante los minutos iniciales o finales de la clase). Estas estrategias aportan autenticidad a la asignatura”.
El pensamiento crítico es la base
El enfoque OPVL también se utiliza en el Madison Country Day School (MCDS) de Wisconsin (EE. UU.), que ofrece el Programa del Diploma (PD). El profesor de Inglés Mark Childs y el profesor de Historia Bob Camosy creen que la evaluación de cualquier fuente de información constituye la base de una educación de calidad.
“Puede sonar a tópico, pero el pensamiento crítico es la base”, señala Camosy. “Este tipo de pensamiento se utiliza en todos los ámbitos de la vida, desde cuando realizamos una compra con suficientes elementos de juicio hasta cuando leemos algo en Internet”.
Los alumnos del MCDS identifican y reconocen continuamente la perspectiva de cada fuente para lograr una comprensión profunda del período histórico pertinente. Se les pide que apliquen el mismo proceso a las fuentes y cuestiones contemporáneas.
“El enfoque OPVL se convierte en un verbo”, afirma Childs. “A menudo se oye a los docentes y los alumnos decir: ‘Vamos a opevelizar ese artículo’”
“El enfoque OPVL no lo utilizan únicamente los alumnos de Historia e Inglés. Todos podemos utilizarlo en nuestra vida cotidiana para neutralizar nuestros propios sesgos”, añade Childs. “Los alumnos más pequeños también disfrutan de las ventajas de asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje, y el PEP y el PAI ofrecen numerosas oportunidades para ello”, señala Kelley. “No es necesario exponer a los niños más pequeños a artículos de prensa politizados para que piensen en los mensajes sutiles que influyen en su pensamiento”, añade.
Todos debemos cuestionarlo todo y preguntar siempre: “¿por qué?”, “¿puede aclararlo?”, “¿hay alguna alternativa?”, “¿es importante?”, “¿qué ocurriría si todo el mundo actuara o pensara de esta manera?”, afirma Hellner.
“TdC puede proporcionar las herramientas necesarias para identificar la verdad, pero no la actitud o la disposición para refutar ideas y afirmaciones. Esto probablemente se consiga, al menos en parte, a través de la ejemplificación del escepticismo y la repetición del ejercicio por parte del profesor en la clase”, concluye.
La batalla por la verdad
Es posible que las organizaciones estén redoblando sus esfuerzos para erradicar las noticias falsas. Sin embargo, están ante una tarea titánica. Cada día, miles de millones de usuarios comparten noticias en todo el mundo, por lo que es poco probable que la propaganda y las historias falsas acaben por ser erradicadas. Es tarea de los docentes predicar con el ejemplo y asegurarse de que las habilidades de investigación de la próxima generación estén siempre actualizadas.
“Las noticias falsas son cada vez más subrepticias, así que no basta con enseñar a los alumnos los pasos que deben seguir para descifrar la verdad. La ciudadanía digital es importante, pero debe enseñarse como una mentalidad”, afirma Kelley.
“He aprendido mucho sobre cómo enseñar a los alumnos a llevar a cabo investigaciones en línea. Sin embargo, en cuanto les alertamos de algún nuevo aspecto que deben tener en cuenta, los medios de comunicación encuentran la manera de esquivar la parte racional de sus cerebros para venderles algo, ya sea una idea o un producto.
A veces, como profesora, me siento abrumada ante tal desafío, pero su dificultad solo es equiparable a su importancia. Es gratificante saber que el IB está de mi lado y que los docentes del IB de todo el mundo estamos librando juntos esta batalla”.
La perspectiva de un padre
Mohamed Abueljebain, quien tiene tres hijos que cursan el PEP en el AIS de Kuwait, afirma:
“El papel de los padres es tan importante como el de los docentes, y para mí supone un desafío estar al tanto de todo a lo que se exponen mis hijos cuando se conectan a Internet. Nos aseguramos de supervisarlos cuando utilizan y buscan información en el iPad”.
“Siempre procuro que los niños vean el periódico durante el trayecto al colegio por las mañanas. Espero a que me pregunten sobre un titular y lo aprovecho como herramienta para hablarles del mundo. Les enseño que no todo lo que aparece impreso tiene por qué ser cierto. También los animo a investigar por su cuenta para averiguar qué es verdad y qué no”.
“La narración es una excelente herramienta que se puede utilizar para enseñar a los niños a decir la verdad. Una vez que dominan esa herramienta, pueden utilizarla para descubrir si lo que afirman otras personas es cierto”.