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Un alumno del PD ayuda a niños que necesitan brazos protésicos

Alumno del PD Imran Kaliyev en Miras International School Astana en Kazajistán

Un proyecto de CAS mejora la calidad de vida de los niños con discapacidades en Kazajistán

Imran Kaliyev ayuda a los niños con discapacidades a sentirse como superhéroes. Como parte de su proyecto de Creatividad, Actividad y Servicio (CAS) , está colaborando con una empresa dedicada a la fabricación de prótesis adaptadas a las necesidades de cada persona. “Un niño me pidió que le hiciera un brazo de ‘Iron Man’”, relata.

Elvira Sarsenova, coordinadora de CAS del Miras International School de Astana (Kazajistán) , donde Kaliyev estudia el Programa del Diploma (PD) , afirma: “Este diseño, en concreto, demuestra cómo podemos cuestionar los estereotipos acerca de las discapacidades y mejorar la calidad de vida de los niños”.

“En Kazajistán, los niños con discapacidades no solo tienen que enfrentarse al doble desafío de vivir con una discapacidad siendo pobres, sino también a los prejuicios y el ideario erróneo de la sociedad. Lo primero que suele sentir la gente cuando ve a un niño con una discapacidad es pena y compasión. Esa actitud puede afectar negativamente el comportamiento de los niños y su confianza en sí mismos. Este proyecto tiene como propósito abordar los aspectos psicológicos y sociales inherentes a vivir con una discapacidad, así como proporcionar apoyo físico mediante estímulos y herramientas que ayuden a los niños vivir de manera plena y satisfactoria”, señala Sarsenova.

La empresa rusa Motorica proporciona prótesis mecánicas a los niños con discapacidades de familias con escasos recursos. Niños de todos los lugares de Kazajistán, junto con sus familias, viajan a Astana con todos los gastos pagados y allí los ayudan a aprender a utilizar las prótesis.

 

Alumno del PD Imran Kaliyev en Miras International School Astana en Kazajistán

Imran afirma: “Me reúno con estos niños regularmente para desarrollar una relación con ellos y comprender las dificultades que afrontan. Expongo las opciones disponibles y actúo de intermediario entre las familias y Motorica para proporcionar las prótesis a los niños y enseñarlos a utilizarlas”.

La experiencia ha sido muy gratificante para Imran. “He madurado social y mentalmente. He desarrollado habilidades como la cooperación, la solución de problemas y la resolución de conflictos. Este proyecto exigía la definición de objetivos ambiciosos, compromiso y perseverancia. Me siento realizado al haber podido mejorar la calidad de vida de todos esos niños, que antes no podían trabajar con las manos y ahora pueden hacerlo gracias a las prótesis. El proyecto me ayudó a identificar mis puntos fuertes y débiles, al tiempo que desarrollé mi creatividad al diseñar las prótesis a partir de las sugerencias o preferencias de los niños. También he adquirido numerosas habilidades empresariales, que me ayudarán a gestionar una empresa como futura carrera profesional”.

Y añade: “El proyecto ha tenido resultados positivos hasta el momento: un alumno de primer año ha logrado matricularse en el colegio, y otro niño se ha adaptado tan bien a su prótesis que ha estudiado arte dramático y ha participado en obras como actor y bailarín”.