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Vivir con la etiqueta de “la primera generación”

Cada año, invitamos a un grupo de exalumnos del IB a que compartan sus experiencias, intereses y consejos con la comunidad global a través de nuestra serie de historias de graduados. Damos la bienvenida a la graduada del Programa del Diploma (PD) del Universal American School (UAS) de Dubái Kymberley Chu, que ha compartido con nosotros su perspectiva como alumna universitaria de “la primera generación”.

April 14, 2018 Davis / CA / USA - Light traffic on I80 towards Sacramento

Contribución de Kymberley Chu

Vivir con la etiqueta de “la primera generación”

“La interseccionalidad de mis identidades, combinada con mi condición de alumna universitaria de la primera generación, creaba ambigüedades culturales allá donde iba”.

La etiqueta de “alumna universitaria de la primera generación” no es monolítica. Es más bien como un paraguas de relatos y experiencias culturales muy diversos. Soy una niña de la tercera cultura: nací en Malasia, crecí en países desde Nueva Zelanda hasta los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y ahora estudio en la Universidad de California, Davis (UC Davis) de Estados Unidos. En ocasiones, estas experiencias se convierten en un círculo vicioso de rechazo e incertidumbre a la hora de abordar una identidad que yo misma percibo como “poco convencional”. “¿De dónde eres?” “¿Qué es una alumna de la primera generación?” La interseccionalidad de mis identidades, combinada con mi condición de alumna universitaria de la primera generación, creaba ambigüedades culturales allá donde iba.

Mi condición de alumna universitaria de la primera generación surge del hecho de que ninguno de mis padres pudo estudiar una carrera típica de cuatro años por la situación financiera y otros problemas familiares que tenían en su país de origen, Malasia. Durante mi etapa en el PD en los Emiratos Árabes Unidos, percibí una sensación de vergüenza, como una especie de estigma social del que nadie hablaba, por el hecho de ser el primer miembro de la familia en estudiar en la universidad. Varios de mis compañeros de secundaria no sabían lo que eso significaba y el personal del colegio no fue suficientemente idóneo a la hora de abordar la transición de los alumnos de la primera generación.

Me habría gustado que hubiera más recursos o redes de apoyo social en mi colegio, porque me sentía insegura y vulnerable por el simple hecho de que pocas personas hablaran de una condición como la mía.

Me sentía marginada de mis compañeros, quienes parecían tener “conocimientos de primera mano” sobre la universidad porque sus padres ya habían estudiado carreras de cuatro años. En mi colegio internacional había principalmente niños de familias con diferentes orígenes profesionales, cuyos padres eran médicos, ingenieros y profesionales del ámbito empresarial. Me sentía anulada y socialmente aislada porque ninguno de mis padres tenía un grado de cuatro años, y aun así lograron prosperar en el sector de la aviación y viajar por el mundo. Mi padre consiguió una beca completa para estudiar en una escuela de pilotos, donde obtuvo un grado técnico en transporte aéreo. Al graduarme en el PD, conseguí una beca de mérito para estudiar en la UC Davis.

Superar el estigma

“Tengo una motivación intrínseca por derribar un estigma social que he internalizado”.

El IB está en constante evolución para satisfacer las necesidades académicas contemporáneas a fin de preparar a los alumnos no solo para la universidad, sino también para el desarrollo de una mentalidad intelectual. Por ejemplo, el componente de Teoría del Conocimiento (TdC) del PD centraba su atención en la mentalidad abierta al reflejar y abordar las cuestiones sociales con un enfoque interdisciplinario. En el curso se hacía hincapié en que no hay formas de conocimiento “erróneas” y que todos los tipos de conocimiento (por ejemplo, las ciencias sociales, las ciencias naturales o las emociones) proporcionan información sobre las mismas cuestiones sociales, pero desde perspectivas diferentes. En general, el requisito del PD de estudiar asignaturas de cada área, como las ciencias sociales y las artes, consolidó mi apreciación por un aprendizaje interdisciplinario, holístico y orientado a la síntesis de varias disciplinas. Este estilo de aprendizaje abordaba cuestiones sociales muy complejas que aprendería más adelante.

Tanto el currículo del PD como la noción de transculturalismo que aprendí al vivir en entornos sociales multiculturales me ayudaron a desarrollar habilidades como la competencia intercultural, el pensamiento crítico y la mentalidad abierta. Esta mentalidad globalizada me llevaría más adelante a conocer cuestiones sociales como la psicología del racismo y a emprender estudios culturales en la UC Davis.

Ahora, en la universidad, estoy estudiando una doble especialidad en ciencias cognitivas y relaciones internacionales. Tengo mucha curiosidad por saber cómo las ciencias sociales y naturales abordan cuestiones globales como el racismo con un sinfín de soluciones y perspectivas diferentes. Acepté la interseccionalidad de mis identidades culturales mediante la participación en el Programa de embajadores globales del centro internacional de la UC Davis, donde coordinaré mentorías culturales entre compañeros que ayudan a los alumnos internacionales a adaptarse a la vida en EE. UU. y en el campus universitario, y sirven de puente intercultural entre los alumnos estadounidenses y los internacionales. Además, trabajo como voluntaria en un laboratorio de psicología que realiza estudios sobre conformidad social y actitudes grupales, y en cuyas reuniones se abordan temas sociales como los errores a la hora de obtener datos científicos o la diversidad en las ciencias. Contar con mentores en el cuerpo docente de la universidad ha sido muy inspirador para mí, no solo para participar en investigaciones universitarias, sino también para comprender las perspectivas intelectuales y sociales del proceso de aprendizaje encaminado a un doctorado.

A través de estas experiencias, empecé a darme cuenta de que no vivía en un mundo que aborda las cuestiones sociales como el racismo y la tecnología desde una perspectiva completamente simplista. En la UC Davis, empecé a sentirme empoderada y liberada del estigma de ser el primer miembro de mi familia que estudia en la universidad. Tengo una motivación intrínseca por derribar un estigma social que he internalizado con respecto a mi condición de alumna universitaria de la primera generación. Esta etiqueta no tenía un significado único y rígido. En la UC Davis, conocí a otros compañeros de la primera generación que, al igual que yo, provenían de familias de clase media, tenían padres inmigrantes muy trabajadores y habían crecido en diferentes países. Nos esforzamos por sacar el máximo provecho de nuestras experiencias en la universidad y, al mismo tiempo, mantenemos nuestros valores de resiliencia, independencia y pensamiento crítico, y llevamos nuestros sueños, esperanzas y aspiraciones allá donde vamos.

Kym Chu

Kymberley Chu estudia actualmente una doble especialización en ciencias cognitivas y relaciones internacionales en la Universidad de California, Davis. Se graduó en el PD en el Universal American School de Dubái en 2017. Entre sus aspiraciones, está la investigación académica y un programa de doctorado sobre cuestiones sociales como la psicología del racismo. Le gusta leer, programar, levantar pesas y crear mapas conceptuales en su tiempo libre. Puede ponerse en contacto con ella a través de LinkedIn.

Para conocer mejor a los graduados del Programa del Diploma (PD), eche un vistazo a estas historias de los programas del IB. Si quiere compartir su historia como graduado del IB, escríbanos a alumni.relations@ibo.org. Agradecemos su contribución a las historias del IB y le invitamos a conectarse con nosotros a través de LinkedIn, Twitter y ahora también Instagram.

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