La graduada del Programa del Diploma (PD) Ritva Vilppola comparte con nosotros experiencias relacionadas con la identidad, la diversidad y los sesgos en el entorno de trabajo. Esta es la segunda vez que participa en nuestra serie de historias de graduados.
Homenaje a los pueblos aborígenes
En primer lugar, quiero rendir homenaje a los custodios originales de este territorio, los habitantes de la nación de Turrbal (Brisbane), desde donde hoy escribo este blog, y reconocer su continua relación con la tierra, el agua y la cultura. También quiero rendir homenaje a las comunidades originales del territorio desde el que está leyendo esta publicación, y presentar mis respetos a su pueblo del pasado, el presente y el futuro.
Al reflexionar sobre mí misma, cada vez entiendo mejor cómo me defino. Es interesante ver cómo uno cambia a medida que madura y adquiere experiencia. A los asesores nos sucede algo muy parecido en el entorno en constante cambio en el que vivimos. Un entorno que siempre está evolucionando, a veces de manera impredecible, y al que debemos adaptarnos para que nuestras comunidades prosperen. Cuando era más joven, siempre me definía por el apellido de mi padre, Vilppola (finés), y por mis rasgos de neozelandesa de origen europeo y maorí (chinos). Ahora que vivo en Australia, me defino por mi lugar de procedencia (Nueva Zelanda). Durante toda mi infancia me definí como una niña, pero ahora me defino como una persona de género no binario.
Sin embargo, no importa cómo nos definamos nosotros mismos, porque los demás también nos definen. Para mí, experimentar los efectos del concepto conocido como “minoría modelo”, del que Alice Li habla en su charla de Ted, representó un desafío mayor que mi género, ya que, por mi aspecto, mis calificaciones parecían estar sometidas al escrutinio más exhaustivo durante toda mi adolescencia. Esto es algo que tiene que cambiar. Debemos reevaluarnos a nosotros mismos y las organizaciones deben promover un entorno en el que todo el mundo sea consciente de los cambios que traen consigo la diversidad y la identidad.
Promoción de la diversidad
Actualmente, el valor social es un concepto en auge. Cada vez más empresas están poniendo en marcha sus propios comités internos de responsabilidad social corporativa, inclusión y diversidad, porque así lo exige el mercado. Las nuevas generaciones dan más importancia al trabajo flexible y orientado hacia un fin determinado que al sueldo que perciben.
Sin embargo, me pregunto si no estaremos usando estas palabras como una estrategia de marketing para atraer y retener a más personas. En la actualidad, existen numerosas herramientas de evaluación diseñadas para garantizar la calidad de los valores de una empresa. Un ejemplo de ellas es Bcorp. Al medir el rendimiento de una empresa, esta herramienta no solo tiene en cuenta la rentabilidad del negocio, sino también su impacto en el medio ambiente y en las personas. Está muy bien que nos preocupemos por mejorar los entornos de trabajo, pero todavía queda mucho por hacer.
El arte de la conciencia
El Homenaje a los pueblos aborígenes con el que abro mis artículos tiene una gran importancia en Australia. Habla de la reconciliación encaminada al reconocimiento y la toma de conciencia de la historia de la colonización nacional, y de los pueblos aborígenes y de las Islas del estrecho de Torres. Hace poco se desató una polémica por la construcción de una mina de carbón en territorio nativo. El gobierno estatal ha retirado el título legítimo de propiedad a las comunidades aborígenes para poder construirla. Trabajar en el ámbito de la sustentabilidad puede suponer un auténtico desafío mental, especialmente cuando descubrimos injusticias que pueden ocasionar graves problemas de sustentabilidad social, como la marginación, el racismo y otras desigualdades. Es importante señalar que la sustentabilidad no solo tiene que ver con el plano ecológico, sino también con el socioeconómico, y todos somos responsables de dar visibilidad a estos problemas y hacer lo que esté a nuestro alcance para solucionarlos.
Erradicar los sesgos inconscientes
Existe una adivinanza acerca de un accidente que ilustra muy bien el sesgo de género, al demostrar cómo la gente suele asociar determinadas profesiones a un género u otro. También podemos encontrar sesgos inconscientes relacionados con la edad, la forma física, la sexualidad, las discapacidades, la raza e incluso la extroversión. La Universidad de Harvard ha desarrollado un proyecto muy interesante que permite identificar y comprender los sesgos personales. Los resultados pueden ser bastante sorprendentes (aparentemente, yo muestro predilección por las personas mayores), y el ejercicio es una buena forma de conocer mejor nuestros puntos de vista.
El objetivo: empoderar a la gente
Estamos tardando mucho en actuar. Como joven graduada, debo señalar que los sectores comerciales avanzan a la velocidad del caracol en lo que se refiere al reconocimiento de la inclusión y la diversidad en el entorno laboral. Trabajo como voluntaria en el comité de diversidad e inclusión de mi equipo, y dedicamos mucho tiempo a promover el papel de las mujeres en la ingeniería y a animar a las niñas a que desarrollen su carrera en este ámbito. Sin embargo, la diversidad no solo busca el empoderamiento femenino, sino el de todas las personas. Se trata de crear conciencia sobre la identidad personal para que quienes puedan identificarse de manera diferente no se sientan excluidos. Se trata de equiparar las licencias de paternidad con las de maternidad. Se trata de que los padres que decidan quedarse en casa para pasar tiempo con sus hijos en lugar de tener que volver al trabajo puedan hacerlo sin preocuparse por su futuro laboral o su pensión. Se trata de desarrollar una profesión que de verdad nos interese en lugar de dejarnos arrastrar por los incentivos relacionados con el equilibro entre géneros, o por el concepto occidental de “progreso”. Se trata de un enorme desafío social en la era capitalista en la que vivimos. El problema es más profundo de lo que creemos, porque apenas estamos rasgando la superficie, así que es el momento de hablar sin temor y sumarse al activismo.
Creo que, para poder superar nuestros sesgos, debemos discutir y mostrarnos más abiertos con nuestros compañeros, familiares y amigos sobre las cosas que sabemos y sobre las que tal vez necesitemos saber más. Las diferentes opiniones han de discutirse y considerarse como algo que podemos perfeccionar, desarrollar o cambiar a medida que aprendemos de los demás. Aquí vemos una aplicación práctica de Teoría del Conocimiento (TdC). Me encantaría conocer sus ideas y sesgos, así que no dude en enviarme un mensaje.
Ritva Vilppola se graduó en el St. Cuthbert’s College de Auckland (Nueva Zelanda), y posteriormente continuó con sus estudios en la Universidad Victoria en Wellington. Antes de incorporarse a WSP en 2017 como asesora en materia de sustentabilidad y trasladarse a Brisbane, Ritva trabajó en el Green Building Council de Nueva Zelanda. Le entusiasma ayudar a las comunidades a prosperar y es la vicepresidenta de la división de Queensland de la organización sin fines de lucro Ingenieros sin fronteras de Australia. En su tiempo libre, le gusta sumergirse en las actividades artísticas del estudio de estampación local. Puede ponerse en contacto con Ritva a través de LinkedIn o por correo electrónico en la dirección [email protected].
Para conocer mejor a los graduados del Programa del Diploma (PD), eche un vistazo a estas historias de los programas del IB. Si quiere compartir su historia como graduado del IB, escríbanos a [email protected]. Agradecemos su contribución a las historias del IB y le invitamos a conectarse con nosotros a través de LinkedIn, Twitter y ahora también Instagram.
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