Javier M. Valle sugiere que en una sociedad posmoderna marcada por la globalización, los diferentes grupos humanos (con culturas y valores propios, pero habitantes de un mundo muy interdependiente) se enfrentan a dos riesgos. Por un lado, el relativismo absoluto, y por otro, la imposición de un pensamiento único.
A continuación encontrará más información sobre el trabajo de Javier, antes de su presentación sobre el tema en la conferencia de IB África, Europa y Oriente Medio del próximo mes de octubre.
¿Qué son las políticas educativas supranacionales?
Son el análisis y las predicciones de los resultados de las actividades y propuestas de organizaciones internacionales como la UNESCO, la UE, la OCDE y la OEI en el campo de la enseñanza y el aprendizaje. Tengo un doctorado en Ciencias de la Educación y mis investigaciones se centran en este tema.
¿En qué proyectos educativos trabaja?
Me interesan particularmente las políticas educativas de la Unión Europea, como el proceso de Bolonia, el programa de movilidad ERASMUS, la implementación de competencias fundamentales, etc.
He dirigido el grupo de investigación sobre políticas educativas supranacionales desde su creación en 2011. Durante estos años, hemos estudiado diversos temas de interés para la investigación, como las relaciones entre el programa de movilidad ERASMUS y la equidad, el impacto de la tendencia global de la responsabilidad en la educación entre los centros educativos y el análisis de las ventajas de participar en los programas del IB para los alumnos, los docentes y los padres.
La internacionalización de la educación siempre ha sido una de mis principales áreas de interés y por eso he elegido ese tema para mi presentación en la conferencia regional de IB África, Europa y Oriente Medio de 2016 en Barcelona.
¿Cuáles han sido los avances educativos más importantes que ha observado durante su etapa en la universidad?
Durante mis 15 años como profesor de la Facultad de Formación de Profesorado y Educación de la Universidad Autónoma de Madrid, dentro del área de Teoría e Historia de la Educación, he visto muchos cambios. La globalización social (y la consiguiente internacionalización educativa) por un lado, y el proceso de Bolonia por el otro, han cambiado radicalmente la misión, las estructuras, los currículos y las metodologías de las universidades.
Las universidades han tenido que modificar la forma de relacionarse con otras universidades en un contexto educativo global. También han tenido que encontrar nuevas formas de abordar la integración de alumnos extranjeros. Asimismo, la interiorización ha forzado el diseño de un nuevo marco de indicadores de calidad internacionales estandarizados para las universidades. La correcta gestión de estos indicadores ha supuesto numerosos cambios.
El proceso de Bolonia ha sido una revolución para la universidad, una institución muy marcada por la inspiración y las acciones anticuadas de la época medieval. Ahora se necesita una nueva forma de afrontar los desafíos. Las universidades han reformado la estructura de los grados académicos (para adaptarlos a un área de educación superior común y armonizada no solo en Europa, sino también en el resto del mundo). También han modificado los currículos para adaptarlos a una visión más práctica y vincularlos más estrechamente con el mercado laboral. Por último, han modificado por completo las metodologías de enseñanza y aprendizaje para adoptar un enfoque de aprendizaje centrado en el alumno.
En la mayoría de los países, también se han producido muchos cambios en otros niveles de los sistemas educativos. Los docentes formados durante el siglo XX ahora tienen que trabajar con alumnos “nativos digitales”. Las tecnologías de la información y las comunicaciones (especialmente Internet) constituyen una parte importante del proceso de aprendizaje para las nuevas generaciones. La forma en que los docentes las incorporan a sus clases supone un gran desafío: la propiedad de la información ya no es tarea del docente. La principal función de los docentes de hoy es ayudar a los alumnos a transformar la información obtenida de diferentes medios en conocimientos significativos. El paradigma del aprendizaje a través de competencias y no solo a través de la información constituye un nuevo marco educativo. Sin embargo, los docentes todavía no están acostumbrados a trabajar de acuerdo con dicho paradigma.
Otros de los cambios están relacionados con la internacionalización de la evaluación y los estándares de calidad. Algunos estudios, como la evaluación PISA de la OCDE, están obligando a los sistemas educativos a competir en nuevos ámbitos.
En mi opinión, en un contexto social global es fundamental contar con una educación de corte verdaderamente internacional. Los colegios deben incorporar la enseñanza de valores internacionales como uno de los pilares educativos más importantes.
¿Qué significa para usted el tema de la conferencia del IB “Aprender juntos”?
Para mí, “aprender juntos” significa exactamente eso. Convertir la educación en la ruta más fácil para que las personas puedan afrontar la complejidad de un mundo interdependiente, con una mezcla de culturas y relaciones internacionales cercanas en las que las estructuras políticas supranacionales tengan una función cada vez más importante.
La UNESCO y la Unión Europea, por ejemplo, han propuesto una serie de valores fundamentales comunes que todos debemos desarrollar para hacer realidad una connivencia pacífica.
Describa los puntos destacados de su esperada sesión, así como su conexión con el tema de la conferencia.
Mi presentación en la conferencia tratará sobre la educación en valores internacionales para una sociedad global. Explicaré los valores fundamentales comunes que han propuesto las organizaciones internacionales como parte esencial de los currículos escolares actuales. En una sociedad posmoderna marcada por la globalización, los diferentes grupos humanos (con culturas y valores propios, pero habitantes de un mundo muy interdependiente) se enfrentan a dos riesgos. Por un lado, el relativismo absoluto, y por otro, la imposición de un pensamiento único. Para afrontar estos riesgos, es importante que fomentemos la competencia del pensamiento crítico y la forma intersubjetiva de crear un valor fundamental común en las nuevas generaciones. Algunas organizaciones internacionales han propuesto una buena forma intersubjetiva de lograr este objetivo, y ese será el tema de mi presentación.
¿Por qué es importante esta sesión para educadores de dentro y fuera del IB?
Para los colegios de hoy, es fundamental afrontar la internacionalización de valores. Los colegios ya no son monoculturales. En este contexto, la promoción de un análisis crítico de los valores fundamentales comunes propuestos por las organizaciones internacionales es un ejercicio enriquecedor e ineludible.
¿Qué opina del enfoque de la educación internacional del IB?
Desde mi experiencia como investigador en educación comparativa y supranacional, diría que el enfoque de la educación internacional del IB es uno de los más eficaces y sólidos que podemos encontrar en el mundo. Las claves específicas del éxito del IB incluyen su forma de abordar la diversidad, cómo afronta las diferencias entre países y, la más importante, cómo fomenta, al mismo tiempo, un punto de vista global sobre los principales problemas actuales en todos los colegios del mundo. El IB es, en mi modesta opinión, la mejor materialización de la idea “piensa globalmente, actúa localmente” en el campo de la educación.