En 2016, iniciamos con nuestra colaboración la Ellen MacArthur Foundation: un momento de gran orgullo para nosotros en nuestro 50.o aniversario. Los increíbles logros de Dame Ellen navegando por el mundo gozan de renombre, y la creación de la Ellen MacArthur Foundation fue resultado de su periplo en el mar. Después de un tiempo trabajando con Gobiernos, científicos y grupos de investigación, Dame Ellen creó su fundación con el propósito de diseñar un cambio a un marco de economía circular.
Qué es la economía circular?
¿“Actualmente, nuestro modelo económico es básicamente lineal: extraemos el material de la tierra, lo transformamos en un producto y, por último, en la mayoría de los casos, desechamos ese producto. Un enfoque circular implica pensar, desde el principio, en cómo el producto se puede diseñar de manera diferente, cómo encajará en un sistema y cómo se recuperarán finalmente los materiales”, señala Dame Ellen.
En colaboración con la fundación, hemos integrado la economía circular como una parte fundamental del currículo del Programa del Diploma (PD). Para celebrar el éxito de nuestra colaboración, hemos preguntado a Dame Ellen cuál ha sido su fuente de inspiración y qué consejos daría a los alumnos del IB que continúan con sus estudios y carreras profesionales.
¿Cuáles de sus habilidades han contribuido a que desempeñe un papel fundamental en la promoción de la importancia de la economía circular entre las empresas, los Gobiernos y ahora también el ámbito educativo?
Lo que me ha ayudado en mi carrera como navegante profesional y defensora de la economía circular ha sido identificar mis intereses, establecer objetivos claros que me acerquen a ellos y persistir sin importar en qué.
El éxito en la promoción del concepto de la economía circular recae principalmente en un equipo donde cada persona confíe en la posibilidad de lograr cosas extraordinarias, lo cual conlleva trabajar con perseverancia y dedicación, superar desafíos y no tener miedo de ser una voz solitaria. Todas estas habilidades son fundamentales para lograr un objetivo, sea cual sea su magnitud. Lo mismo ocurre cuando uno intenta batir un récord mundial, para lo cual confía en individuos fuertes y motivados.
También está la capacidad de ver el panorama general. En el mar, necesitamos comprender los sistemas. Nos damos cuenta de que cualquier pequeño cambio en la dirección del viento, la temperatura del agua o la profundidad del océano tendrá un efecto. Todo está conectado. Y lo mismo ocurre con nuestra economía.
¿Qué consejo daría a los alumnos de hoy sobre cómo pueden prepararse para un futuro como agentes del cambio?
Los alumnos de hoy se están adentrando en un mundo cada vez más imprevisible y sujeto a los cambios rápidos. Las habilidades esenciales para desenvolverse en un mundo como este incluyen la creatividad, la capacidad de adaptación y la resiliencia.
Mi consejo sería que no pierdan su curiosidad por el mundo, que investiguen a fondo las cosas y que hagan preguntas. Sin lugar a dudas, la curiosidad y el aprendizaje continuo me han sido de gran ayuda.
En un mundo cada vez más complejo como el actual, ¿qué papel cree que desempeña la colaboración de su fundación con el IB a la hora de ejercer un impacto en la educación?
Desde el principio, el trabajo de la Ellen MacArthur Foundation en el campo de la educación se ha centrado en inspirar a los alumnos para que se replanteen el futuro. Queremos compartir una visión de un sistema que funcione a largo plazo y en el que la actividad económica no sea sinónimo de contaminación y agotamiento de los recursos.
Pero ¿cómo podemos conseguirlo?
La clave, desde una perspectiva educativa, es el pensamiento sistémico. Con esto me refiero a la capacidad de comprender cómo las diferentes partes de un sistema se relacionan con el conjunto. Para ello hay que pasar de una visión mecánica del mundo a otra que aprecie cómo los elementos se relacionan entre sí y se combinan para producir determinados resultados. Este tipo de pensamiento es fundamental si aspiramos a mejorar sistemas complejos. La educación del IB ofrece una oportunidad única para cultivar este pensamiento porque permite a los alumnos acceder a una amplia variedad de perspectivas, conocimientos y experiencias que les ofrecen una formación que va más allá del éxito académico.
Al explorar el concepto de la economía circular, que está enraizado en el pensamiento sistémico, esperamos que los jóvenes desarrollen las habilidades y la mentalidad necesarias para pasar de una economía lineal a una circular. Con una generación de mentes creativas y curiosas que piensen de esta manera, la posibilidad de lograr un futuro positivo está a nuestro alcance.
Ahora que estamos rindiendo homenaje al impacto de nuestra comunidad de educadores, ¿hubo alguna persona que le sirviera de inspiración durante su proceso de aprendizaje o su educación?
Mi abuela fue una gran fuente de inspiración para mí. Pese a haber crecido en el seno de una familia pobre y haber rechazado una beca para estudi.ar por no poder permitirse dejar de trabajar, cumplió el sueño de su vida de graduarse en la universidad con más de 80 años. Habló en nombre de todos los alumnos de su promoción en la ceremonia de graduación e hizo que todos rieran. Estaba muy enferma al final de sus estudios, pero nunca renunció a su sueño. Me enseñó a no darme por vencida jamás.
Enlaces relacionados:
- Discurso de Dame Ellen en la Conferencia global del IB de 2016 en Barcelona (en inglés)
- Educación orientada a una economía circular