Stephanie Stan se incorpora este año a nuestro equipo de exalumnos colaboradores para compartir su experiencia como graduada del Programa del Diploma (PD). Esta es su segunda historia de la serie. (en inglés)
Contribución de Stephanie Stan
Mucha gente me pregunta si, sabiendo lo que sé ahora, repetiría el Programa del Diploma (PD) si tuviera la oportunidad. Y siempre respondo que lo haría sin dudarlo. Estudiar el PD fue la mejor decisión que pude tomar en secundaria. Elegí el IB porque quería ponerme a prueba: desafiar mis límites, salir de mi zona de confort y probar una nueva forma de pensar que implicara algo más que memorizar datos. En este proceso, quedé prendada de los aspectos analíticos de mis cursos y de la forma en que puedo aplicar mi aprendizaje desde diferentes perspectivas. Esta pasión por aprender aumentó como consecuencia de mis experiencias en el IB y sigue conmigo ahora que estoy en la universidad.
Hace poco visité mi colegio para hablar con los futuros alumnos del PD sobre mis experiencias en el programa y reflexionar sobre mi primer año en la universidad. Las preguntas más frecuentes que me hicieron giraban en torno a cómo creo que el PD me preparó para la universidad y qué relación hay entre lo que aprendí en el programa y mis estudios universitarios.
“Cómo hablar y escribir con elocuencia, formular y vocalizar mis propias ideas y opiniones de manera independiente, esforzarme por salir de las páginas de un libro de texto”.
Casualmente, esas eran las preguntas que yo me hacía a cada momento durante mi primer año en la universidad mientras me preparaba para los parciales, cuando atendía al profesor en clase y revisaba las notas para los exámenes, y hablaba con otros alumnos sobre los trabajos de clase. Hubo un sinfín de ocasiones en las que aprecié el valor de mis estudios del IB y la suerte que tuve de haber cursado el PD.
Cursar el PD me ofreció una extraordinaria preparación para la universidad, y no solo por los 21 créditos que obtuve para mi primer año de carrera. Mi experiencia y desarrollo académico integraban la mentalidad y los procesos de pensamiento que había desarrollado durante el segundo ciclo de secundaria, habilidades relacionadas con cómo hablar y escribir con elocuencia, formular y vocalizar mis propias ideas y opiniones de manera independiente, esforzarme por salir de las páginas de un libro de texto para abordar problemas en clase y el mundo real, y aplicar conocimientos de clase y competencias lingüísticas a una investigación de psicología del desarrollo bilingüe que realicé en el campus.
Pero sobre todo, esta preparación me permitió seguir creciendo como persona y alumna gracias a la gran ventaja académica que me brindó el programa.
Si analizo mi experiencia en retrospectiva, mi etapa en el PD me presentó una enorme cantidad de descubrimientos académicos e intelectuales, crecimiento personal, relaciones diversas y muchísimo más. El currículo que aprendí en el PD y las características que desarrollé durante mis estudios, y que siguen conmigo en la universidad, tienen innumerables aplicaciones. Nada puede equipararse al nivel de preparación que un alumno del IB recibe antes de empezar la universidad, y a la manera en que esta preparación nos ayuda a seguir demostrando excelencia en nuestros estudios superiores y profesiones. Al margen de las conexiones curriculares, el PD anima a los alumnos a convertirse en analistas más agudos, individuos audaces, buenos comunicadores y pensadores. Los alumnos del PD desarrollamos habilidades de expresión oral avanzadas durante las presentaciones en clase y el comentario oral individual, que nos convierten en excelentes oradores públicos. Gracias a esta habilidad, una parte de mi trabajo en el campus con Kaplan (hacer presentaciones para las organizaciones del campus) es mucho más sencillo.
“La universidad sigue siendo una etapa difícil, pero las habilidades y los procesos de pensamiento que los alumnos del IB adquirimos en el PD nos diferencian de otros alumnos universitarios y nos facilitan la tarea de compaginar y destacar en muchas actividades diferentes”.
Del mismo modo, los alumnos del PD desarrollamos habilidades de escritura analítica al elaborar la Monografía y las tareas de evaluación interna, y a través de los innumerables ejercicios y trabajos de Inglés NS. Esas habilidades nos permiten redactar trabajos cortos y largos de forma analítica fácilmente. El material profundo e interrelacionado que se trata en los cursos del PD prepara a los alumnos para la universidad, al proporcionar una introducción a los temas tratados a nivel universitario. Por ejemplo, los temas de mi clase de Biología NS los volví a ver en cada una de mis clases de ciencias (anatomía, psicología, biología) del último semestre en la Universidad de Michigan.
Mientras que algunos de mis compañeros se estresan y se quejan por tener tres exámenes en un mes, yo me siento totalmente preparada para realizar mis trabajos de clase y compaginar un currículo difícil con numerosas actividades extracurriculares. Los exámenes de la universidad no me estresan demasiado, porque al final de mi etapa en el IB, durante el período de exámenes del PD, tuve que hacer unos 10 exámenes en dos semanas. Además, cuento con la experiencia de la evaluación interna, Teoría del Conocimiento (TdC) y la Monografía de 4.000 palabras.
Mis estudios en el Programa del Diploma contribuyeron a seguir ampliando mi perspectiva del mundo más allá de lo que los libros de texto nos hacen creer. Las habilidades que aprendí me han convertido en una persona más segura de sí misma y han cambiado por completo la percepción que tengo de mí y del mundo que me rodea, y mi forma de afrontar mi vida personal y profesional. La universidad sigue siendo una etapa difícil, pero las habilidades y los procesos de pensamiento que los alumnos del IB adquirimos en el PD nos diferencian de otros alumnos universitarios y nos facilitan la tarea de compaginar y destacar en muchas actividades diferentes durante la etapa universitaria. Pese a todas las dificultades, el estrés y las noches sin dormir de mi etapa en el programa, me encantó la experiencia y estoy muy agradecida por la forma en que el IB contribuyó a transformar mi manera de pensar, hablar y escribir, y me preparó para la universidad y mis futuros estudios de posgrado.
Stephanie Stan se graduó en el Bloomfield Hills High School y estudia actualmente en la Universidad de Michigan, donde aspira a graduarse en la carrera de biología, salud y sociedad.
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